Cada año, mil millones de niños y niñas en todo el mundo son víctimas de la violencia, que les deja secuelas para toda la vida. Los gobiernos han prometido poner fin a la violencia, pero a pesar de los avances en algunas áreas, otras han retrocedido drásticamente o se han estancado.
World Vision revela en su último informe, Unfinished Business: The progress in policies to end violence against children (Asuntos pendientes: Los avances en las políticas para acabar con la violencia contra la infancia) que ni uno solo de los países analizados ha ilegalizado completamente, y hace cumplir, la prohibición de todas las formas de violencia contra los niños y las niñas.