Proteger a los niños y niñas

Las escenas de angustia, caos y ruina del conflicto son desgarradoras. Es difícil no sentirse desesperado e impotente ante ellas. Pero las niñas y niños apadrinados de todo el mundo aportan esperanza en algunos de los momentos más oscuros, incluso cuando no se dan cuenta. Te mostramos como lo hacen.

Niñas y niños desconcertados agarrando osos de peluche junto a la mano de su madre. Rostros con lágrimas en los ojos. Fardos y mochilas agarrados como salvavidas en medio de todo el caos. 

El conflicto muestra lo peor de la naturaleza humana: la codicia, el poder, el ego, la brutalidad. Pero entre tanto sufrimiento también vemos la otra cara de la moneda. La luz puede brillar en esa oscuridad. Puede salvar o reconstruir vidas. Puede cambiarlas para siempre y hacer que el propio conflicto no las defina. 

En estos más de 70 años de trabajo en los lugares más difíciles del mundo, hemos visto el poder de permanecer en lugares de conflicto o cercano a ellos y el impacto de estar en una comunidad a largo plazo. Conocemos el impacto que cambia la vida de estar al lado de los niños y niñas, y sus comunidades cuando más lo necesitan; de unir fuerzas con personas de todo el mundo para proteger a los niños y niñas, y su futuro cuando el mundo parece ponerse del revés.   

Cuando la mayoría de nosotros pensamos en apadrinar a un niño o una niña, pensamos en ayudarles a ir a la escuela, a conseguir agua potable para beber, a recibir atención sanitaria. Pensamos en ayudarles a conseguir lo esencial para vivir una infancia sana y feliz y romper el ciclo de la pobreza para siempre. 

El apadrinamiento infantil hace eso. Y conseigue un mayor efecto en las zonas de conflicto o en los países vecinos. Cuando el conflicto golpea en las comunidades donde trabajamos, ocurren estas tres cosas:

1. Acción inmediata para los niños y niñas, porque ya estamos sobre el terreno 

Dos voluntarios de World Vision dando comida a niños ucranianos refugiados en Rumanía

Dado que nuestros proyectos de apadrinamiento infantil ya está trabajando en los lugares donde es más difícil ser un niño, estamos sobre el terreno y posicionados con el personal, los conocimientos locales existentes y las redes de distribución para responder desde los primeros días de un conflicto.

En este momento, nuestros programas de apadrinamiento infantil y nuestra presencia en Rumanía han permitido que nuestro personal y nuestros voluntarios formados puedan movilizar la ayuda en materia de protección infantil, ayuda psicosocial, nutrición, refugio, atención sanitaria y mucho más para los niños y niñas, y las familias que huyen de Ucrania, y nuestro sistema logístico ha podido entregar suministros de emergencia vitales en los lugares donde más se necesitan desde el principio del conflicto. 

2. Actuación inmediata en favor de los niños y niñas, porque podemos movilizar inmediatamente fondos para satisfacer las necesidades críticas 

Voluntarios de World Vision en Uganda distribuyendo jabón de emergencia a comunidades desfavorecidas

Cuandos apadrinas a un niño o una niña, tus donaciones se unen siempre a las de otras madrinas y padrinos que apoyan a niños de la misma zona y se utilizan para que las comunidades puedan abordar los peores problemas a los que se enfrentan sus niños y niñas.

La puesta en común de los fondos maximiza el impacto de tus donaciones al concentrar los recursos en las necesidades más críticas. Cuando estalla un conflicto, podemos destinar inmediatamente una parte de las aportaciones conjuntas de los padrinos y madrinas para satisfacer las necesidades urgentes que ponen en peligro la vida de los niños, niñas y las familias en las zonas de conflicto y, en el caso de los que huyen del conflicto y llegan a las comunidades en las que trabajamos, nos permite continuar con el apoyo y la atención a largo plazo.  

3. Apoyo a largo plazo, porque estaremos allí para ayudar a los niños a recuperarse

Voluntarios de World Vision en Sudán del Sur abrazando a tres niños frente a una escuela recién construida

Incluso cuando el conflicto ha terminado, las naciones pueden tardar décadas en reconstruirse y recuperarse. El apadrinamiento infantil es un compromiso para caminar junto a un niño y su comunidad y apoyarlos mientras transforman su mundo y rompen el ciclo de la pobreza.

Nos asociamos con las comunidades a largo plazo, normalmente 15 años o más, para crear un cambio duradero. En Sierra Leona, por ejemplo, estuvimos allí durante el apogeo de la guerra civil y seguimos allí 20 años después de que terminara, continuando el trabajo junto a las comunidades en 25 áreas para mejorar la salud, la nutrición, la educación y la protección de los niños.

Seguimos trabajando en las comunidades de Uganda, apoyando a los niños, niñas y las familias que escaparon de la violencia y la persecución en Sudán del Sur. Apadrinar significa que los niños, las niñas y las comunidades cuentan con el apoyo que necesitan no sólo para sobrevivir hoy, sino para prosperar en un futuro mejor. 

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