En algunos de los lugares más peligrosos y complejos del mundo, la COVID-19 ha revertido décadas de progreso, pues los efectos secundarios de la pandemia amenazan la vida de los niños más que el propio virus. La COVID-19 magnifica los efectos de la pobreza, ya que los conflictos, los disturbios políticos, la inseguridad alimentaria y la violencia hacen que los niños y las familias sean cada vez más vulnerables. Estas son cinco crisis que el mundo no puede ignorar en 2021.
1. Inseguridad alimentaria
La comida es más que una comida. Es supervivencia.
Si el hambre no mata a un niño, la desnutrición aguda a una edad temprana puede causar daños físicos y mentales de por vida. El mundo no está bien encaminado para lograr los objetivos que se ha fijado para mejorar la nutrición para 2030, con 50,5 millones de niños menores de cinco años con desnutrición aguda.
Estos niños se concentran en algunos de los lugares más peligrosos del mundo, y los conflictos y las guerras contribuyen en gran medida al hambre. En 2021, los efectos de la pandemia mundial, el conflicto en curso y el cambio climático están aumentando constantemente la inseguridad alimentaria de las familias y los niños.
2. Refugiados
En 2021, más niños estarán en movimiento que nunca antes en la historia.
El año pasado, más de 80 millones de personas en todo el mundo se vieron obligadas a huir de sus hogares, aproximadamente la mitad de las cuales son menores de 18 años. La violencia y los conflictos son las principales razones por las que las personas huyen.
Las familias lo arriesgan todo, emprenden viajes largos y peligrosos con la esperanza de encontrar seguridad y estabilidad. El grupo más afectado son los niños, que a menudo se ven separados de sus padres, pierden el acceso a la educación y la atención médica y se convierten en víctimas del matrimonio precoz y del trabajo infantil.
3. Cambio climático
El clima en nuestro planeta se está volviendo más extremo, con impactos directos en los niños más pobres y vulnerables. Los padres luchan por alimentar a sus hijos cuando las lluvias se retrasan o no existen. En el otro extremo de esta escala están las inundaciones y los deslizamientos de tierra mortales que destruyen los cultivos y las comunidades y se convierten en un caldo de cultivo para las enfermedades.
Cada vez más, las graves sequías e inundaciones llevan a las familias rurales a nuevos pueblos, ciudades y países que pueden desencadenar tensiones y conflictos con las comunidades de acogida.
El cambio climático está afectando el futuro de los niños más vulnerables. Con millones de familias que dependen de la agricultura para sus familias, sin ingresos no hay dinero para gastos escolares, salud, alquiler o estabilidad.
4. Matrimonio infantil y discriminación de género
La COVID-19 ha aumentado una crisis para las niñas de todo el mundo. A medida que las familias vulnerables pierden sus ingresos, las niñas son vendidas al matrimonio infantil solo para llegar a fin de mes. Creemos que se producirán hasta 13 millones de matrimonios infantiles adicionales en los años inmediatamente posteriores a la pandemia, con al menos cuatro millones más de niñas casadas en los próximos dos años.
La pandemia mundial también ha creado un desastre educativo para las niñas vulnerables. Los cierres por la COVID-19, destinados a mantener a los niños y las familias a salvo de la pandemia, han visto un aumento en las tasas de embarazo en la adolescencia. Los matrimonios infantiles y los embarazos de adolescentes exacerban el ciclo de pobreza de las niñas que crecen en los lugares más difíciles para ser niñas.
5. Trabajo infantil y trata
Está previsto que aumente el número de niños que sufren violencia física, emocional y sexual, tanto ahora como en los meses y años venideros. A medida que la COVID-19 ejerce presión sobre los ingresos familiares, los niños se ven obligados a mendigar en las calles o se los envía a trabajar en lugar de ir a la escuela solo para ayudar a sus familias a sobrevivir.
Solo en Asia, hasta 8 millones de niños se ven obligados a mendigar y trabajar porque los padres no pueden permitirse comprar suficientes alimentos.
En World Vision, hemos caminado junto a los niños vulnerables, sus familias y comunidades durante más de 70 años. Los problemas pueden cambiar con el tiempo, pero seguimos comprometidos a ayudar a todos los niños a experimentar la plenitud de la vida.