Se dice que las crisis son la verdadera prueba de un líder. En este momento, hay una generación de líderes creciendo mientras azota la COVID-19, la mayor crisis de nuestro tiempo. En nuestros programas de apadrinamiento infantil en todo el mundo, estamos viendo a líderes jóvenes que están la altura del gran desafío en su comunidad local.
¿Alguna vez te has preguntado cómo será el mundo dentro de 30 o 40 años?
¿Qué harán las generaciones futuras con el mundo que les hemos dejado? ¿Quiénes serán nuestros líderes?
Conoce a siete jóvenes que podrían ser nuestros futuros líderes mundiales:
1. Tatenda, Zimbabue
Tatenda, de 13 años, es un líder juvenil en su escuela, donde trabaja junto a otros estudiantes para encontrar maneras de mejorar su escuela. Se toma en serio sus responsabilidades de liderazgo. Él ve que el cambio climático es el desafío clave en Zimbabue.
«La sequía está causando que los niños vayan a la escuela sin comer, por lo que tienen problemas para concentrarse en clase. Nuestros ríos se han secado y afecta a nuestras cosechas», dice Tatenda. «Los líderes de World Vision necesitan actuar sobre el cambio climático, que causa sequías, que tiene tantos otros efectos, como la muerte de nuestro ganado y pequeños cultivos, lo que hace que nuestras vidas sean difíciles. Los niños tienen una nutrición deficiente y las familias no pueden enviar a sus hijos a la escuela”
«Cuando sea grande, quiero ser ministro del gobierno, para poder ayudar a las personas que se han visto afectadas por desastres como sequías e inundaciones».
2. Sarai, Honduras
Sarai tiene 16 años y cree que la música puede traer cambios en su comunidad en Yamaranguila, Honduras. Sarai, que forma parte del programa local de apadrinamiento, toca en una banda con dos amigos de la escuela secundaria y ha interpretado su música en eventos tan lejanos como la capital nacional de Tegucigalpa.
Para Sarai, ellos representan no sólo a su escuela y la comunidad Yamaranguila, sino a todo el pueblo indígena lenca cuando actúan. Y según su profesor de música Evaristo Menjivar, su mensaje está siendo escuchado. «A través de su música, puedo ver que nuestros estudiantes serán agentes de cambio en nuestras comunidades», dice Evaristo.
3. Edren, Filipinas
Según Edren, líder del Consejo de la Juventud en Pangasinan, Filipinas, la crisis por la COVID-19 es una oportunidad para poner palabras en acción, y eso es justo lo que él y su equipo están haciendo a través del Proyecto Go Bike. Edren y dos amigos idearon el Proyecto Go Bike, que coordina a los jóvenes a viajar en bicicleta a las aldeas cercanas para compartir información de prevención sobre la COVID-19 y proporcionar atención médica básica, después de ser parte de la capacitación de World Vision sobre la comunicación en desastres y ver la necesidad de una atención sanitaria sencilla en sus barrios.
«Durante la cuarentena comunitaria, nos dimos cuenta de que la mayoría de nuestros vecinos no podían ir a los centros de salud para un control de su salud. Hacía calor y sabemos que controlar la presión arterial es vital para controlar la salud de las personas. Así que con sus Go Bikers están entrenados y equipados para llevar a cabo la comprobación básica y el seguimiento de los signos vitales (temperatura, presión arterial, pulso, respiración y pruebas de azúcar en la sangre)», explica Edren.
«Mi mensaje para los jóvenes es: comparte tus dones dados por Dios. Nadie comenzará el cambio progresivo excepto tú. No dejes que el miedo te detenga. Comience en cosas pequeñas».
4. Fatou, Senegal
Fatou, de 21 años, tiene voz y ¡no tiene miedo de usarla! Forma parte de un equipo de líderes juveniles de World Vision en Mabo, Senegal, para compartir mensajes de prevención y protección de la infancia frente a la COVID-19 a través de la televisión, la radio y las redes sociales.
Hablando en un programa de radio local, los mensajes de Fatou se centran en proteger a los niños no sólo de los impactos en la salud de la COVID-19, sino también de los efectos secundarios que está causando en su comunidad.
«La educación es un derecho fundamental, tanto como la salud. Queridos padres, en este momento de reapertura de la escuela, proteger a los niños del coronavirus – utilizar las mascarillas, gel desinfectante y jabones que se distribuyen en las escuelas – pero no lo utilicéis como una excusa para descuidar el derecho de los niños a la educación», dice Fatou.
5. Amir, Bosnia
Amir, que alguna vez fue un niño apadrinado, es ahora miembro de un equipo de jóvenes de la parte central de Bosnia, voluntarios que trabajan en su tiempo poniendo en marcha sus habilidades para ayudar a los migrantes, refugiados, niños y todos aquellos vulnerables por la crisis COVID-19. El equipo de voluntarios, que tienen entre 16 y 25 años, está trabajando para distribuir alimentos de emergencia y otros suministros que se necesitan desesperadamente en sus comunidades locales.
Además de ayudar a su comunidad a superar esta crisis, Amir se compromete a ayudar a los niños en su localidad a llegar a ser miembros sanos y activos de su comunidad a largo plazo, ejecutando talleres de Habilidades para la Vida para niños en el programa de apadrinamiento al que solía asistir.
6. Nur, Bangladesh
Nur tiene 17 años y está trabajando con otros jóvenes en Bangladesh para proteger a los niños de la COVID-19 y las secuelas de la pandemia. Armados con jabón, mascarillas, información y su voz, este grupo distribuyó suministros de higiene a 400 familias en un mes y continúa recaudando fondos para que puedan distribuir más.
«Nosotros los jóvenes no podemos usar el dinero para luchar contra la COVID-19. Pero podemos contribuir compartiendo información con otros. No necesitamos ir de puerta en puerta; podemos difundir información a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, Twitter, Facebook y folletos».
«Los niños de nuestras comunidades se enfrentan a la violencia debido al encierro. Pero si tenemos un comité de protección infantil y tenemos un grupo de Facebook discutimos muchas cosas allí y tratamos de resolver los problemas. Ahora la mayoría de mis amigos saben cómo compartir información sobre la violencia. Me gustaría alentar a nuestro Primer Ministro del Gobierno para que nos incluya a nosotros u otros niños en la comisión COVID-19. Aunque no podremos apoyar financieramente sí podremos ayudar a compartir nuestras ideas”.
7. Roslinda, Indonesia
Roslinda tiene sólo 15 años, pero ya ha representado a su país, Indonesia, con una presentación ante las Naciones Unidas. Rosalinda presentó las conclusiones de la evaluación de impacto COVID-19 de World Vision Asia al representante de las Naciones Unidas en Nueva York telemáticamente.
«Durante la pandemia, estamos obligados a lavarnos diligentemente las manos, pero no todas las áreas tienen acceso a agua limpia», dijo Roslinda al representante. «Tengo suerte, a pesar de que tengo que comprar agua o caminar largas distancias para obtener agua, nuestros padres son capaces de proporcionar instalaciones de lavado de manos. Espero que las partes interesadas puedan ofrecer soluciones a lo que los niños han estado enfrentando durante la pandemia”.
En respuesta, la representante de las Naciones Unidas agradeció a Roslinda su información sobre las necesidades de los niños de su comunidad y prometió seguir trabajando en soluciones para combatir la desnutrición, el abuso infantil y el acceso al saneamiento.