Los conflictos en curso son responsables de la muerte de millones de personas en el mundo… y el hambre también.
En la República Centroafricana (RCA), los niños y niñas desplazados como Melvina, de ocho años, se ven obligados a sopesar las situaciones de peligro a la que se verán sometidos. A veces, el riesgo de salir a buscar comida es demasiado peligroso debido al conflicto en curso, pero el riesgo de sufrir desnutrición es igual de preocupante.
«No todos los días tenemos algo que comer porque mi madre no tiene dinero», dice Melvina, de ocho años, que se vio obligada a abandonar su hogar y ahora vive en un campamento para personas desplazadas en Bouar. «Cuando no como, me duele la cabeza y el estómago y no puedo ir a la escuela”.
En la República Centroafricana, los años de conflicto entre el gobierno, los rebeldes armados y las milicias, han provocado que casi dos tercios del país necesiten desesperadamente apoyo humanitario.
Los niños como Melvina tienen necesidades, desde educación hasta clínicas de salud o lugares seguros para jugar. Pero ante todo existe la necesidad básica de alimentarse. Melvina no puede jugar con sus amigos con el estómago vacío. Y cuando tiene hambre se queda en casa y no va a la escuela porque se siente demasiado cansada. La desnutrición le roba la oportunidad de tener un futuro.
Elegir el riesgo de muerte en un conflicto ante el riesgo de muerte por desnutrición es una elección que ninguna madre debería tener que tomar. Pero la madre de Melvina, Zenou, lo hace todos los días. Además, el clima cambiante hace que sus cultivos tampoco sean seguros. “Trato de cultivar los campos para alimentar a Melvina”, dice. “Pero como las cosechas no son regulares, a veces es difícil”.
Entonces, ¿dónde encaja World Vision en una situación tan compleja como la que sufren las familias que viven en la República Centroafricana? Nuestra respuesta difiere mucho de un país a otro y de una comunidad a otra, pues debe ser flexible a las necesidades únicas de cada comunidad. Esta flexibilidad es aún más importante en lugares frágiles como RCA donde las condiciones están en constante cambio.
Incluso cuando las condiciones cambian, las comunidades siempre luchan por la autosuficiencia, por lo que, aunque nuestras intervenciones pueden diferir de un lugar a otro, el objetivo de estabilizar una comunidad y trabajar hacia la autosuficiencia sigue siendo el mismo. Nuestra experiencia ha demostrado que, con el apoyo adecuado, incluso las comunidades desplazadas que padecen hambre pueden volver a ser fuertes y autosuficientes. Y muy a menudo, una alimentación adecuada es el primer paso.
Como el socio implementador más grande del Programa Mundial de Alimentos (PMA), World Vision ha sido líder mundial en asistencia alimentaria durante años. Debido a que estamos bien establecidos y somos confiables en las regiones donde trabajamos, podemos entregar alimentos de manera rápida y eficiente, evitando muertes a gran escala y salvando a los niños y niñas de la inanición.
Nuestros centros de alimentación en RCA no son una excepción. “Gracias aL PMA y World Vision, Melvina recibe raciones de comida en la escuela para llevar a casa”, dice Zenou. “Nos ayuda a llegar a fin de mes”.
Pero aquí no termina el viaje de Melvina junto a World Vision. Aunque es crucial, la comida es solo el primer paso hacia el fortalecimiento de las comunidades. Es por eso que en 2014 construimos espacios seguros para los niños y niñas en todo el país, donde pueden jugar y aprender de manera segura. En RCA, estos también sirven como clubes de paz, para ayudar a niños como Melvina a sobrellevar el trauma del conflicto y construir cohesión social con sus compañeros.
Es por eso que facilitamos talleres sobre protección infantil y trabajamos junto a líderes religiosos de múltiples religiones para trabajar juntos en el cuidado de los niños. Y es por eso que hemos desarrollado materiales de consolidación de la paz para usar en las aulas.
Pero nada de esto es posible sin comida. Si las personas tienen hambre y están enfermas, su capacidad para participar en iniciativas de consolidación de la paz se ve obstaculizada. La comida puede ser lo que abra esa primera puerta hacia una comunidad más fuerte.
En este momento, 45 millones de personas están al borde de la inanición, pero con tu apoyo podemos proporcionar alimentos vitales para una familia y permitir que las comunidades se vuelvan más fuertes frente a la crisis del hambre.