El matrimonio precoz puede provocar importantes daños físicos y psicológico. Esto incluye embarazos tempranos y complicaciones en el parto; aumento de la violencia de género, violencia doméstica y de pareja; abandono temprano de la
de la educación; el analfabetismo y la reducción de la capacidad de autoprotección, incluidos los conocimientos de salud sexual y reproductiva
sexual y reproductiva; importantes problemas de salud mental y problemas psicosociales; y pobreza multidimensional, a menudo pobreza intergeneracional.
La adolescencia es un grupo de edad vulnerable que suele caracterizada por una mayor respuesta fisiológica al al estrés en comparación con los niños y los adultos, lo que culminando en problemas psiquiátricos a lo largo del desarrollo y
hasta la edad adulta. Muchos adolescentes obligados a casarse se enfrentan a realidades desgarradoras y angustiosas. Se encuentran luchando por salir adelante, a veces quitándose la vida.