Los regalos sencillos marcan una gran diferencia

Hoy, Panha, de 12 años, va a la escuela por segundo día consecutivo, y también irá mañana. Puede que eso no te suene raro. Pero, para su familia, que ha vivido al borde de la supervivencia, es algo muy importante. No podían permitirse los 5 dólares que costaba la mochila. Sin ella, no podría asistir todos los días, esas son las reglas en su escuela local en el noroeste de Camboya.

Su abuela, Seng Chou, lo cuida mientras sus padres trabajan en el país vecino Tailandia. Nos cuenta que los días antes de que Panha pudiera asistir a la escuela, fueron difíciles. Intentaba pedir dinero prestado a familiares o vecinos para comprar material de estudio, un uniforme y una mochila para que pudiera asistir a la escuela. Pero era difícil. Tras dos años de pérdidas en las cosechas, antes de que sus padres se trasladaran a Tailandia, la familia contrajo una deuda considerable, además de las necesidades cotidianas de la familia.

Las cosas cambiaron para Panha cuando World Vision entró en su vida. En noviembre de 2021, tuvo la oportunidad de formar parte del programa de apadrinamiento infantil y elegir a su padrino.

Su familia recibió ayuda inmediata para comprar alimentos y suministros para el hogar, con el fin de reforzar su nutrición y aliviar un poco la presión financiera de la familia, que dependía de los ingresos que llegaban de los padres de Panha en Tailandia.

«Cuando las familias tienen necesidades básicas, el equipo de nutrición, el equipo de salud y el equipo de educación de World Vision se ocupa de la vulnerabilidad mediante la distribución de materiales, alimentos y otras ayudas a nuestra comunidad», dijo la jefa de la aldea, la señora Soda.

Para ayudar a resolver los problemas de la familia a largo plazo, Panha y su familia también recibieron apoyo y formación en nutrición, salud y educación. Al ver el poder de la educación en acción, la abuela de Panha decidió que necesitaba ayuda para enviarlo a la escuela todos los días, para que no acabara viviendo la misma vida que sus padres.

El padre de Panha tuvo que abandonar la escuela cuando era niño debido a las dificultades económicas de su propia familia, y ese destino parecía volver a repetirse inevitablemente para Panha. Pero, gracias a su padrino, ahora está en la escuela con las herramientas que necesita y planea convertirse en policía.

Su abuela cuenta el momento en que las cosas cambiaron cuando Panha se acercó a ella diciendo: «Ya no tienes que pedir prestado a otros para comprarme zapatos, bolígrafos y libros porque World Vision me los proporcionará».

Dice que no estaba tan segura de que World Vision fuera a ayudarle realmente y que le preocupaba tener que comprarle una mochila para el curso académico, ya que su precio es demasiado alto para la familia.

Pero los artículos llegaron tal y como se había prometido. «No tengo que preocuparme por comprarle un bolígrafo o un libro. Ahora, incluso recibimos una mochila nueva. Ya no tengo que pedir prestado a otros».

Creo que ahora son más afortunados que su anterior generación (como la del padre de Panha)», dice. «Si hubiera programas como éste, mi hijo no habría tenido que dejar la escuela».

Cuando Panha entró en el programa de apadrinamiento infantil, también se le dio la oportunidad de elegir a su padrino. Anteriormente, solo los padrinos podían elegir a un niño apadrinado y no al revés, pero World Vision dio un giro al guión en 2019 con Elegido®, donde los niños tienen la posibilidad de elegir a sus propios padrinos. Para algunos niños, esta es la primera decisión que pueden tomar por sí mismos.

Para Panha y otros 60 niños y niñas de su comunidad ese día fue un gran acontecimiento.

«Elegí a la familia porque tienen muchos miembros como mi familia. Un día quiero que me visiten», dice de su padrino.

«Creo que un niño apadrinado es un niño que recibe arroz, un libro, una mochila, una regla y un bolígrafo, y que puede hacer amigos y adquirir nuevos conocimientos cuando nos reunimos en eventos comunitarios», añade.

Para su abuela, la presencia de World Vision es un milagro para los niños y niñas  y para su comunidad. Dice que antes de entrar en el programa de apadrinamiento, Panha apenas tenía amigos y era un niño muy tímido. Hoy en día, participa en actividades con World Vision, tiene muchos amigos nuevos y se ha vuelto más seguro a la hora de hablar.

Por su parte, la señora Soda, jefa de la aldea, afirma: «El programa de apadrinamiento infantil ayuda a los niños y niñas a experimentar un cambio positivo, a recibir conocimientos sobre los derechos del niño y su protección. Sin el apadrinamiento, nuestra comunidad no se habría desarrollado como lo hace hoy».

A Panha le gustaría ser policía porque es un trabajo práctico y el coste de la matrícula para conseguirlo no es demasiado alto. Por primera vez en mucho tiempo, sueña con su propio futuro y sabe que con esfuerzo llegará hasta allí.

«Estoy tan feliz que no sé qué decir. Estoy muy agradecida a World Vision», dice su abuela. «Estoy encantada. Ahora tengo menos carga, y estoy muy contenta de no tener que seguir preocupándome de si mi nieto podrá ir a la escuela o no».

«Sigo diciéndole a mi nieto que tiene suerte… que debe estudiar mucho y escuchar bien a sus profesores».

 

Nunca ha habido más razones para apadrinar a un niño como Panha que ahora. Elegido® significa que los niños y niñas tienen la opción de tomar las riendas de su futuro, empezando por la posibilidad de elegirte a ti. Por innumerables y urgentes razones, sé elegid@ como padrino o madrina de un niño hoy mismo.

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