Danesi es una chica de 17 años está superando todas las estadísticas.
Ella no forma parte de las cuatro de cada diez adolescentes de América Latina que no terminan la escuela secundaria.
No está entre las cuatro adolescentes hondureñas que están embarazadas o ya han tenido un bebé.
¿Cómo lo está haciendo?
Con el apoyo de su padrino y de una red de jóvenes del programa de apadrinamiento de World Vision en su comunidad de Belén, situada al oeste de Honduras, la forma en que Danesi ve el mundo -y a sí misma- ha cambiado totalmente.
«Hace unos tres años, empecé a asistir a la red de jóvenes de World Vision», dice Danesi. «El facilitador de desarrollo y mi madre me animaron a participar. Querían que participara en otras actividades y con otras personas, porque en ese momento me sentía muy sola».
El grupo llegó a la vida de Danesi en un momento en que realmente lo necesitaba.
«En la escuela, siempre tenía amigos que me decían que estaba demasiado delgada, que no era tan bonita como las otras chicas», dice Danesi. «En algún momento, eso me hizo sentir que no valía nada, que no era nadie. Pero, cuando llegó World Vision, empecé a cambiar mi visión de la vida».
Entre los temas que más cambiaron su perspectiva: el embarazo adolescente.
«La formación sobre el embarazo en la adolescencia tuvo un gran impacto en mí», dice Danesi. «Muchas chicas jóvenes, incluso amigas mías a las que se les habló de este tema, no quisieron prestar atención, y al final se quedaron embarazadas. Veo las dos caras de la historia porque tengo algunas amigas que todavía están estudiando, pero otras son más jóvenes que yo o de mi edad y ya están embarazadas.»
Estadísticas y soluciones
El embarazo adolescente y el abandono escolar son algunas de las causas fundamentales de la pobreza en países en vías de desarrollo como Honduras.
La tasa de embarazo adolescente en la comunidad de Danesi ascendia al 13% en 2017, según datos del Ministerio de Salud de Honduras. La tasa real es probablemente mucho más alta, ya que muchos embarazos no se registran a través de los centros de salud locales.
Los efectos agravantes del embarazo adolescente pueden ser devastadores. Una investigación realizada por la Junta Municipal de Protección, de la que forma parte World Vision, descubrió que muchas madres adolescentes se enfrentan al parto sin el apoyo de su pareja o de sus familias. Muchas se ven obligadas a emigrar a otra ciudad o incluso a otro país en busca de trabajo para poder mantener a su bebé. A menudo se le deja al cuidado de amigos o familiares, lo que puede poner al menor en alto riesgo de maltrato, abuso o negligencia.
World Vision es una de las organizaciones comunitarias que trabaja con los jóvenes y las autoridades locales de Belén para ayudar a romper el ciclo destructivo del embarazo adolescente. Y Las redes de jóvenes, como la de Danesi, son el eje de la estrategia.
Redes exitosas
Hoy, Danesi está convencida de que su futuro será más brillante si termina sus estudios, y gracias a la red de jóvenes, tiene a su lado a personas que la animan, como su prima y mejor amiga, Alexandra.
«Estudiar definirá mi futuro», dice Alexandra. «Soy joven y tengo mis objetivos. Lo que más deseo es graduarme en la universidad con un título de nutrición, tener mi trabajo, conseguir comprar mi propia casa y, finalmente, saber cuándo será el momento adecuado para formar una familia.»
Para Alexandra, guardarse los conocimientos para sí misma no entra en sus planes. Siente que es su responsabilidad compartir este aprendizaje con otras jóvenes.
«He compartido estos temas en mi instituto», añade Alexandra. «Como proyecto de último año, decidí aprovechar los conocimientos que ya tenía gracias a la formación que World Vision me dio a través de la red de jóvenes para compartirlos con otras jóvenes».
Superando los números
Para Danesi, formar parte de la red de jóvenes es sólo el principio.
«Decidí estudiar para ser promotora social y así ayudar a más jóvenes», dice Danesi. «Quiero ayudarles a entender mejor cada etapa, para que no tomen decisiones que pongan en riesgo su futuro».
Y eso no es todo. Después de terminar su bachillerato en promoción social, Danesi sueña con ir a la universidad y convertirse en abogada y luchar en políticas que garanticen los derechos de los niños, niñas y los jóvenes.
Danesi dice que el apoyo de su padrino ha sido el catalizador de todos sus grandes sueños.
«World Vision ha hecho mucho por mí», dice Danesi. «Y no solo eso, muchos jóvenes han aprendido mucho».
Ahora, el mensaje de Danesi es claro.
«Quiero que los hombres entiendan que las mujeres, como los hombres, tienen un valor especial. Y para las mujeres, quiero mostrarles que el embarazo adolescente es muy arriesgado porque influye en nuestro futuro».
Un niño, una razón a la vez, puede capacitar a una joven como Danesi para cambiar su futuro y crear un cambio duradero en su comunidad. Cada razón suma. Apadrina a un niño hoy mismo.