Vender a su hija para alimentar a su familia

Zarghona se enfrenta a una presión constante para que venda a su hija.

Es una perspectiva impensable, pero se está quedando sin opciones.

El conflicto y la sequía obligaron a Zarghona y a su familia a abandonar su hogar en la zona rural de Badghis, en Afganistán, y dirigirse a la ciudad de Herat.

«Hace dos años llevábamos una buena vida… pero ahora sufrimos de verdad y ni siquiera tenemos suficiente pan», dice.

Zarghona es madre de siete hijos: dos niños y cinco niñas. Dos de sus hijas son discapacitadas, y el marido de Zarghona padece una enfermedad intestinal y otros problemas de salud mental.

«La mayoría de las veces no encuentra trabajo, pero cuando trabaja un día, se pone enfermo durante diez días y su tratamiento cuesta más de lo que gana», explica.

Para mantener a su familia, Zarghona hila lana, pero admite:

«No puedo ganar más de 50 AFS [0,6 $] al día».

No es suficiente. Con facturas médicas que pagar y comida que comprar, Zarghona no tuvo otra opción: pidió un préstamo.

Ahora la persigue su acreedor, que amenaza con llevarse a su hija.

«Como debemos dinero a una persona, me pide a mi hija pequeña. No se la hemos dado», dice.

«Pero si nos obligan, no tenemos otra alternativa».

El reciente conflicto y el cambio de gobierno, unidos a la peor sequía en 27 años, han provocado el colapso económico y la subida de los precios de los alimentos en Afganistán. El 95% de la población se alimenta de forma insuficiente. Y casi cinco millones sufren desnutrición aguda, la mayoría de ellos niños y niñas.

El reto de sobrevivir está dejando a los niños y niñas de Afganistán vulnerables y expuestos a una explotación inimaginable. A los menores se les casa, se les obliga a trabajar o se les deja sin otra opción que mendigar en las calles.

Esto no es infancia. Pero con tu apoyo, podemos responder. En estos momentos, nuestro equipo sobre el terreno está proporcionando vales en efectivo a las personas con mayor riesgo de desnutrición e inanición para que puedan acceder de forma segura a alimentos nutritivos.

Nuestras clínicas de salud apoyadas por World Vision también están proporcionando atención médica gratuita y suministros de saneamiento e higiene a quienes los necesitan.

Y no nos detendremos aquí. Con tu ayuda, seguiremos trabajando -incluso en los lugares más peligrosos- para que las madres como Zarghona no tengan que pensar nunca en qué hija vender o qué hijo alimentar.

Esto es Rescata la Infancia. Apóyanos.

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