La respuesta a los desplazados por el actual conflicto en Ucrania ha sido enormemente positiva. Algunos incluso dicen que en Occidente se ha expresado y promulgado más simpatía hacia las personas refugiadas de Ucrania que en cualquier otra crisis de desplazamiento a gran escala desde la Segunda Guerra Mundial. Las comunidades de los principales países de acogida de personas refugiadas, como Polonia, Rumanía y Moldavia, que ya han visto cruzar sus fronteras a más de de 5,7 millones de personas, han mostrado un increíble nivel de hospitalidad.
En comparación con otras crisis de personas refugiadas a gran escala, como Siria, los rohingya, Venezuela, Somalia, Sudán del Sur, República Democrática del Congo (RDC) y muchas otras, ésta también sigue un patrón similar. En las fases iniciales de cualquier crisis de personas refugiadas, las comunidades de acogida suelen ser muy receptivas, pero las tensiones pueden surgir y las relaciones suelen deteriorarse.