Para fines del 2020, se estima que 6,5 millones de personas venezolanas habrán abandonado el país, según ACNUR, quedándose en diáspora por el continente, enfrentando el drama de la migración, y adicionalmente, acechados por la amenaza a sus vidas por la COVID-19.
Esta, que parece ser una combinación letal (migración y COVID-19), se ha convertido en la cotidianidad de aproximadamente 1.075.0004 niñas, niños, adolescentes y jóvenes venezolanos que han salido de su país en los últimos años buscando -junto a sus padres, o sin ellos- la oportunidad de una vida mejor.
Este documento, basado en un estudio de World Vision en diferentes países de Suramérica, aborda esta doble problemática en la vida cotidiana de la niñez venezolana. También muestra las afectaciones por la situación, los riesgos y las vulneraciones de derechos de las niñas, niños y adolescentes que han migrado desde Venezuela a diferentes países de la región, o que todavía se encuentran en ese país. Aunque estos últimos no entrarían en la categoría de migrantes, World Vision también indagó acerca de su situación en el contexto de la pandemia.