El mundo está a punto de sufrir una pandemia de desnutrición infantil. Este
se debe a una tormenta perfecta de precios de los alimentos por las nubes, menores ingresos, la reducción de los servicios nutricionales y la interrupción de las cadenas de alimentos como consecuencia del COVID-19.Pero no es demasiado tarde para prevenir lo peor de esta crisis nutricional.
Juntos, los gobiernos y otros agentes pueden reforzar las cadenas de suministro de alimentos y dotar a los padres y cuidadores de las económicas que necesitan para proporcionar alimentos nutritivos a sus hogares.